Antonio Oliver Belmás nace en Cartagena el 29 de enero de 1903, en el seno de una familia amante de la poesía, compuesta por su padre, Francisco de Paula Oliver, arquitecto de profesión, su madre, Encarnación Belmás y sus cuatro hermanos.
Cursó estudios elementales y también lo que hoy conocemos como bachillerato. La situación del país por aquel entonces era precaria. Cabe recordar que en España destacaba la inestabilidad bajo el reinado de Alfonso XIII, en el que se produjeron importantes hechos como la Semana Trágica, el impacto de la I Guerra Mundial en el país, la Crisis de 1917, el Desastre de Annual... Aparte de este contexto, el padre de Oliver fallece en 1915, por lo que la situación se complica aún más y la familia se traslada desde el centro histórico de la Ciudad Portuaria a otra residencia situada en la Media Sala. Estos hechos hacen que Antonio ponga todos sus esfuerzos en sacarse una oposición, de la que obtiene una plaza en el Organismo de Comunicaciones donde trabajó hasta 1939.
En el terreno literario, Antonio Oliver empieza haciendo sus pinitos en el diario “La Verdad de Murcia” y poco a poco se va acomodando en el estilo de la Generación del 27, mostrado desde su primer libro “Mástil” que es publicado en 1925.
En 1927, Antonio Oliver comienza a estudiar Filosofía y Letras en la Universidad de Murcia, donde conoció a Carmen Conde, quien fuera su mujer. Como ya comenté en las anteriores entradas sobre la Académica, los escritores cartageneros contraen matrimonio en 1931 y tras ello, fundan la Universidad Popular y la revista “Presencia”. En 1933 nació muerto el único hijo que tuvo el matrimonio.
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| Antonio Oliver y Carmen Conde |
Antonio Oliver también trabaja como profesor en el Instituto Cervantes y en la Universidad de Madrid, en la que inicia una importante aventura estudiando a Rubén Darío. Desarrolló asimismo una gran labor de crítico de Arte, como demuestra su obra “Medio siglo de artistas murcianos: 1900-1950”, publicada en 1952.
Son múltiples los reconocimientos que recibió, entre los que se encuentran el Premio Polo de Medina por “El libro de las loas” o el Premio Aedos por “Este otro Rubén Darío”. Además, al igual que a su esposa, en Cartagena también le dedican un museo o una calle, entre otras reconocimientos.
Una enfermedad (endocarditis reumática) que arrastraba desde su juventud, finaliza cuando este autor polifacético, escritor de poesías, ensayos, biografías y multitud de estudios literarios, fallece en 1968. Cumpliendo con el deseo de su marido, expresado en su testamento, Carmen Conde promociona la edición de sus “Obras completas” en 1971.
Entrada publicada el 03/11/12 | Actualizada el 18/12/16