La Constitución española recoge la aconfesionalidad de nuestro Estado. Así queda reflejado en el artículo 16.3 de nuestra Carta Magna: “ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones”. Sin embargo, según los datos de los últimos informes del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas), recogen que alrededor del 70% de la población de nuestro país es católica, o dice serlo.
Teniendo en cuenta estos datos,
nos vamos a detener, a continuación, en las diferentes congregaciones religiosas
que hay en Cartagena y que viven y transmiten diferentes perspectivas
espirituales desde una misma cabeza: Jesucristo. Las misiones que llevan a cabo
son diversas: educativas, cuidado de ancianos, atención a los más pobres,
jóvenes y mujeres en dificultad, así como las de oración y penitencia por las
almas más necesitadas, entre otras.
Cuánto le debe Cartagena a todas estas comunidades
que han socorrido a lo largo de estos años a muchos cartageneros: en su
pobreza, en sus necesidades espirituales o materiales, dando alimento,
acompañado en su soledad... Cuántos nos hemos forjado en sus aulas y nos hemos
empapado del carisma que tienen como misión transmitir a la sociedad. A
continuación vamos a conocer algunas de ellas:
Hermanitas de los Pobres. Su tarea principal es el cuidado de los
ancianos siguiendo el espíritu de santa Juana Jugán, la fundadora. Para la
santa, el pobre define su vocación. Dios la ha esperado en el pobre; ella le ha
encontrado y reconocido en el pobre. En Cartagena, las Hermanitas se encuentran
en el Barrio de la Concepción. Puedes conocer de cerca a las religiosas o saber
más sobre su casa en anteriores entradas publicadas.
Hermanitas de la Asunción. Situadas en el barrio cartagenero de
José María de Lapuerta, las religiosas se dedican al apoyo de personas y familias en situación de exclusión, así como a colectivos
muy vulnerables como los inmigrantes. Esteban
Pernet y Antoinette Fage son los fundadores de la orden, que buscaron responder
apostólicamente al mundo obrero empobrecido.
Sagrada Familia de Burdeos. Esta congregación tiene una pequeña
comunidad en Cartagena, que realizan su labor en el barrio marginal de Los
Mateos. Su misión consiste, principalmente, en la
prestación de diversos apoyos (moral, espiritual, alimentario, etc.) a las
familias gitanas del barrio, así como a otras personas con necesidades. Las
religiosas toman como referencia la vida del fundador, Pierre-Bienvenu Noailles,
inspirándose en la vida y en el espíritu de la Sagrada Familia de Nazaret, renovando
así el testimonio de las primeras comunidades cristianas.
Padres Paúles. Son
una comunidad de sacerdotes cuya misión tiene como objetivo principal el
servicio al pobre. Los Padres Paúles atienden dos parroquias de la Ciudad
Portuaria: San Pedro Pescador, de Lo Campano, y la que lleva el nombre del
fundador, San Vicente de Paúl, situada en la calle de Ramón y Cajal. Durante
muchos años también han servido a la parroquia de San Antonio Abad, y
actualmente un paúl es el capellán del Santo y Real Hospital de Caridad. La
casa comunidad de la orden si sitúa contigua a la parroquia de, la que también
es conocida como, la calle Dieciocho. La llegada de los padres paúles a la
ciudad se remonta a 1942, gracias al interés mostrado por el Obispo de
Cartagena, Miguel de los Santos.
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Entrada publicada el 22/01/17