En anteriores entradas pudimos conocer a los beatos José Giménez y José Pavón, naturales de Cartagena, así como a san Ginés de la Jara. En la Ciudad Portuaria han nacido y vivido muchas personas que han dejado una huella de santidad a seguir. Mencionar también al sacerdote ejemplar Miguel Conesa Andúgar, así como a tantas otras personas que recordamos de forma muy especial el día de Todos los Santos. A continuación, en esta entrada, vamos a conocer a los cuatros santos hermanos cartageneros.
San Leandro, san Fulgencio, santa Florentina y san Isidoro nacieron en el siglo VI d. C. en Cartagena, aunque algunos historiadores señalan que el último hermano de los citados nació en Sevilla. Lo cierto es que la familia tuvo que trasladarse a la ciudad hispalense, en el contexto de la invasión de todo el sur de España, escapando del poder bizantino. La familia la completaban una quinta hermana, Teodosia, la madre, Teodora, y el padre, Severiano, que era combatiente del rey Agila I.
Los santos cartageneros son recordados y venerados de muchas formas en la ciudad. Diferentes calles llevan sus nombres de forma individual y grupal; de hecho en la calle Cuatro Santos del casco histórico es donde se piensa que vivieron los hermanos. En esta calle se encuentran unas hornacinas enfrentadas en cuatro esquinas con las imágenes de los santos. Hablando de imágenes, hacer mención a las esculturas talladas Francisco Salzillo que actualmente se encuentra en la iglesia parroquial de santa María de Gracia, con anterior ubicación en la catedral vieja de la Ciudad Portuaria (donde se cree que fueron bautizados los hermanos), así como las realizadas por Quirós que se hallan en el templo del barrio de Santa Lucía. También son destacables las pinturas realizadas por Wssel de Guimbarda que se encuentra en la pared del altar mayor de la basílica de la Caridad. Además, una barriada recuerda a los Cuatro Santos, así como colegios, baterías artilleras y otros espacios. Como actos, destacar la renovación del voto perpetuo de la ciudad a los hermanos en agradecimiento a su intercesión, que libró a la ciudad de ser destrozada por una fuerte borrasca la noche de santa Catalina de 1694. A continuación vamos a conocer un poco más sobre la vida de los cuatro hermanos.
Entre los grandes logros de san Leandro señalar su ardiente esfuerzo para que se convirtieran al catolicismo las tribus visigodas que invadieron España. Creó un centro de estudios donde se formaron Hermenegildo y Recaredo, hijos del rey visigodo Leovigildo. Es en este espacio y tiempo cuando Hermenegildo abandona el arrianismo y se convierte al catolicismo, lo que supuso la negativa de su padre y como consecuencia su asesinato. El santo cartagenero tuvo que trasladarse desterrado hasta Constantinopla. En su regreso a Sevilla, perdonado por Leovigildo, fue consejero de Recaredo, el nuevo rey, que convocó el Concilio III de Toledo donde se rechazó el arrianismo a favor del catolicismo. San Leandro se caracterizaba por una profunda vida espiritual, marcada por la oración y la penitencia. Es recordado litúrgicamente el 13 de noviembre. En Cartagena es patrón de la Policía Local.
San Leandro y san Fulgencio, imágenes de Francisco Salzillo que se encuentran en Santa María de Gracia |
San Fulgencio quizás sea el hermano con más arraigo en nuestra tierra, debido a que fue obispo de nuestra Diócesis y a que es el patrón de la misma. Además, da nombre al seminario mayor de la Iglesia de Cartagena, así como a la parroquia con más población de la Ciudad Portuaria. La festividad de san Fulgencio es el 14 de enero, cuya celebración más significativa tiene lugar en la catedral situada en la ciudad de Murcia, donde destaca la procesión del arca de plata con las reliquias del santo y la liturgia de la Eucaristía que sigue el rito hispano-mozárabe. San Fulgencio sobresalía por su elocuencia y oratoria. Su gran sabiduría era comparable a la de san Ambrosio. Durante su episcopado secundó las iniciativas que tomaba su hermano san Isidoro.
Entrada publicada el 15/09/17